jueves, 15 de noviembre de 2012

Análisis de un sujeto respecto a las características de la Mujer Sola



El sujeto de estudio, al que llamaremos María, muestra una serie de características que, a grandes rasgos, podrían personificarla. Después de la entrevista con María, podemos decir que se trata de una persona autónoma, reservada y poco afectiva. Sin embargo, aunque aparenta ser una persona un tanto parca en su actitud inicial para con las entrevistadoras, pareciera ser que a lo largo de la entrevista su actitud cambió, volviéndose más abierta a la conversación. Ante estas consideraciones iniciales, el presente ensayo tiene como objetivo la realización de un breve análisis de la vida del individuo con respecto a algunos aspectos de su historia de vida, que se podrían considerar como determinantes y constituyentes de sus actitudes actuales. Para esto, se aplicará la teoría correspondiente a los caracteres de “Mujer sola” y el deseo de poder en las mujeres.

En principio, consideramos de suma importancia la relación que María mantenía con su madre a lo largo de su vida. Así, María comentaba: Mi mamá tenía carácter fuerte- carácter fuerte… ¿era violenta?- violenta, cacheteaba. Pero a veces, era amorosa así o casi… No era amorosa. Tenía una cara así y te hacía así.”A partir de este fragmento de la entrevista y de la historia de la relación de los padres de María, se intuye que la maternidad de la madre de María se trató más bien de un deseo condicionado por la sociedad de la época. Así, Alizade (1998) sostiene que la presión de la sociedad hace de la maternidad un alto bien, dictando las normas de “Buena madre” y que, sin embargo, estas normas reprimen deseos y ocultan situaciones que podrían ser perjudiciales. Considerando el contexto en el que vivió y se desarrolló el sujeto de estudio, podemos decir que la gran cantidad de hermanos (es decir, el aumento progresivo del número de miembros de su familia) permitía designar a su madre con el imperativo de “Madre buena”. Sin embargo, esta situación llevó a María a trabajar desde muy joven para contribuir con su familia, ayudar a su madre poco afectiva con el cuidado de los hermanos, lo cual tal vez indicaría un interés temprano en satisfacer sus propias necesidades de manera autónoma, a razón de no contar con un objeto primario lo suficientemente bueno. Sin embargo, pareciera ser que esta situación inicial y después de un largo periodo de desarrollo, así como lo indica Alizade (1998) promovió en María una adecuada entrega a su interioridad, convirtiéndose en “Madre de sí misma”, que podría caracterizarse en su temprana independencia y autonomía.

Así mismo, es importante resaltar una situación particular que le ocurrió a María a los 16 años con respecto a su primera relación con un objeto fuera del círculo familiar. Ante esto, el sujeto de estudio resaltó que este había sido un evento que definitivamente “la marcó” en su vida con estas palabras: “Un fracaso por sí, yo creo que eso me enseño a ser dura”. En este evento particular, María fue traicionada por su pareja (le fue infiel), con cuya madre mantuvo una relación a pesar de la ruptura, la cual, concluyó con el matrimonio de la pareja con otra mujer. A partir de esto, se puede decir que, en base a las ideas  de Alizade & Seelig (2007) el alejamiento de María y su posterior mención de haberse vuelto más “Dura” podrían corresponder a un deseo hostil de diferenciador con respecto a sus relaciones amorosas e incluso con los posteriores vínculos de apego. Además, se podría decir también que esta actitud, según lo indica Alizade (1998) correspondería al proceso en el que María se convertiría en objeto para sí misma, es decir, un narcisismo que le llevaría a buscar independencia y autonomía sin temor a encontrarse consigo misma en los espacios de soledad.

En conclusión, se puede decir que María en la actualidad muestra la tendencia a la búsqueda de soledad e independencia sin temor a la misma. Podría decirse que las actitudes que la definen como persona se remontan a una serie de experiencias (la relación que mantenía con su madre y la traición de su pareja). Estas, promovieron un proceso de individuación particular, el cual, además, le permitió a María un acceso a su intimidad en búsqueda de un refugio en sí misma y el conocimiento de sus características definitorias, las cuales posiblemente le permitieron sobrepasar las múltiples dificultades de su vida y la convirtieron en la persona que es hoy.

Bibliografía

Alizade, M. (1998). La mujer sola. Buenos Aires: Editorial Lumen.
Alizade, M., & Seeling, B. (2007). El techo de cristal. Buenos Aires: Grupo Editorial Lumen.

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